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Sequeros – Mogarraz – La Alberca
7 de noviembre de 2024
Volvemos a retomar la costumbre de pasar un día en la sierra, que además de pasar un día entre compañeros y amigos, nos ayuda a conocer más en profundidad aquellos lugares que a pesar de su cercanía , aún no los conocemos suficientemente.
Partimos desde Salamanca a las 9 de la mañana acompañados de nuestra guía Cristina con dirección a nuestro primer destino: Sequeros, un bonito pueblo de poco más de 200 habitantes pero del que nos sorprendió gratamente la enorme historia que tiene.
A nuestra llegada nos está esperando José Ángel, guía local que se encarga de enseñarnos los lugares más representativos de la localidad y con el que recorrimos sus calles a la vez que nos deleita con sus bonitas historias y su gran conocimiento del lugar.
La primera parada, el teatro León Felipe, cuya construcción data de 1872. Su nombre original fue teatro «Liceo», pasándose a denominar teatro «León Felipe» en 1984 con motivo del primer centenario del poeta. Como dato curioso, una vez fue restaurado, pudimos sentarnos en unas butacas que antes estuvieron en el famoso teatro «La Latina» y que fue propiedad de esa gran artista que fue Lina Morgan.
Continuamos con José Ángel recorriendo las calles hasta detenernos en la plaza donde se encuentra la Iglesia de San Sebastián, construida entre 1783 y 1785 por el arquitecto Jerónimo de Quiñones. Frente a ella, un enorme soportal, lugar en otros tiempos de reuniones y de baile. Lo sujeta una enorme columna que en otro tiempo al parecer estuvo a la entrada del pueblo y que data del siglo XVI, conocida como «el poste» y sobre ambos, las casas consistoriales, donde en otros tiempos estuvo ubicado el ayuntamiento, ahora destinado a centro cultural y biblioteca, sobresaliendo la torre del Concejo.
A continuación, llegamos a la plaza del pueblo, donde después de tomar un café continuamos nuestra marcha para llegar al «Mirador de la Cabezuela», donde tras disfrutar de unas increíbles vistas, nos hacemos una foto de grupo como recuerdo de la visita. Desde allí nos dirigimos a la Iglesia de la Virgen del Robledo, no sin antes pasar por delante de la cruz de la Moriana. Dice la tradición que es posible que allí se encontrase la cruz bendita que ahora se venera en una de las capillas del Robledo. Una vez en el interior de la iglesia, José Ángel nos cuenta su historia y detalles que se escaparían a nuestra vista sino fuese por él, como por ejemplo que la cruz santa se encuentra en el interior de otra cruz (situada a nuestra derecha según estábamos sentados frente al altar), o como en su interior, en un camarín, se encuentran la calavera y restos de la Moza Santa y del visionario Simón Vela. Vinculados al descubrimiento de la Virgen de la Peña de Francia. Simón Vela, el estudiante francés que encontró el 19 de mayo de 1434 la imagen escondida de la Virgen de la Peña de Francia y Juana Hernández, la Moza Santa de Sequeros, que profetizó el encuentro de la imagen diez años antes de que sucediese.
Al terminar la visita, salimos de la iglesia y nos llama la atención una cruz con una inscripción: «En este pueblo no se asesinó a nadie en 1936 por ideas políticas».
Iniciamos la marcha hacia nuestro segundo destino: Mogarraz, donde llegamos poco antes de las dos de la tarde. Una vez finalizada una cata de productos típicos y comer en un restaurante cercano, sobre las 3 y media de la tarde aproximadamente, comenzamos a recorrer las calles y callejuelas con nuestra guía Cristina, quien nos explica todo lo que vamos viendo a nuestro paso.
Lo primero que nos llama la atención son los retratos que se encuentran en sus calles. En 1967 fueron fotografiados 388 habitantes para obtener el DNI, posteriormente el artista Florencio Maillo valiéndose de los negativos de esas fotografías, los plasmó en retratos que decoran todo el pueblo, habiendo en la actualidad algo más de 800.
Nos cuenta Cristina que la villa de Mogarraz fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1998, mostrándonos durante todo el recorrido escudos pertenecientes a viejos linajes e incluso a la Inquisición. Justamente nuestra primer parada es junto a la Cruz de los Judíos, del siglo XVII que destaca por su capitel decorado con calaveras y precisamente frente a ella se encuentra la que fue la «sede» de la Inquisición en esta villa.
Continuamos nuestro recorrido por las calles y callejuelas hasta llegar al jardín de Juan Antonio Melón, donde Cristina nos cuenta la historia de este hijo del pueblo (29 de marzo de 1758 Madrid, 17 de abril de 1843), clérigo, erudito y escritor ilustrado español. El testamento de Juan Antonio Melón, del cual fue albacea, en un primer momento, Pedro Sáinz de Baranda, el alcalde de Madrid, manifiesta una serie de indicaciones acerca de las propias honras fúnebres y atiende, fundamentalmente, a diseñar lo que será la institución de enseñanza que ha de crearse en su pueblo natal, Mogarraz.
Nos llama la atención el gran número de inscripciones y grabados en los dinteles de muchas puertas, grabados que querían ser la muestra de la conversión de los judíos al cristianismo.
Después de caminar por diferentes calles y callejuelas, nos detenemos en la plaza del Solano donde nos encontramos la Iglesia cuya torre está separada de ella. Allí nuestra guía nos cuenta varias historias sobre la construcción de la torre separada de la Iglesia.
A continuación y nada mas pasar por delante de la estatua homenaje a Titón, Lorenzo Sánchez González, al folclore y a los tamborileros de ayer, hoy y mañana, bajamos por unas pronunciadas escaleras para acceder a la plaza mayor, lugar donde se encuentra el ayuntamiento.
Una vez finalizada la visita a Mogarraz nos trasladamos a la Alberca, donde recorremos algunas calles en las que Cristina nos va hablando sobre las construcciones, como por ejemplo esas maderas que vemos en las fachadas de las casas: las tramoneras, que en realidad son una parte de la estructura de la casa, o esos aleros de los tejados de los que D. Miguel de Unamuno decía que a vista de pájaro parecían tortugas aletargadas. O que cuando se derriba la muralla, las piedras se utilizan para construir la Iglesia de Nuestra señora de la Asunción, a la que nos dirigimos. Nos llama la atención que justo antes de acceder a su interior hay una hornacina con dos calaveras.
En su interior, destaca el púlpito de granito policromado del siglo XVI y el retablo de la Virgen del Rosario. Cuando salimos de la Iglesia por la puerta del solano cimero, que es la más sencilla de las dos, nos encontramos un edificio con el escudo de la Inquisición: en el centro tiene una cruz y a ambos lados de esta la espada, que simboliza el trato a los herejes y la rama de olivo, que simboliza la reconciliación con los arrepentidos.
También, según salimos por esa puerta del solano cimero nos encontramos la talla de un cerdo, se trata del «marrano de San Antón» y que según la tradición se suelta por las calles de pueblo el día 13 de junio hasta el 17 de enero día que será sorteado. Antiguamente, este cerdo era cebado por los vecinos, y después se entregaba a la familia más desfavorecida o pobre del pueblo.
Finalizamos la visita en la Plaza mayor, donde se encuentra el ayuntamiento y en cuya fachada podemos ver una placa que rememora la visita del Rey Alfonso XIII, el 24 de junio de 1922. En su planta baja estuvo la antigua cárcel, de la que se conserva una reja cerrando el acceso a una puerta, sobre cuyo dintel hay un azulejo que conserva el rótulo de “cárcel pública”. Sobre 1913 fue D. Miguel de Unamuno quien visita este lugar en su itinerario por la Hurdes y el artista Florencio Maillo lo plasmó en una fotografía que podemos ver en esa misma plaza. Nos recuerda Cristina que en la planta baja hace años, estuvo ubicada la cárcel.
En la fachada que hay frente a Ayuntamiento (al lado opuesto), nos encontramos el actual teatro y que fue la antigua Casa Señorial de los Duques de Alba de la que nos llama la atención las columnas de granito y que en ellas hay unas «granadas». Según el Padre Hoyos, la acepción más popular es porque La Alberca formaba parte de la jurisdicción de Granadilla.
En la parte sur de la plaza y en lo que hoy es un restaurante, se encontraban las antiguas escuelas y que en los años 50 y 60 del siglo pasado fueron reconvertidas en salón de baile.
Como dejar la Alberca sin hacernos una foto todo el grupo junto al crucero que preside la plaza. Debemos de saber que esa cruz no siempre estuvo ubicada en ese lugar, que se colocó hace unos 85 años. Antiguamente estaba ubicada en el paraje El Tablao, a las afueras del municipio, pero en 1928 una fuerte borrasca hizo caer un árbol encima del crucero rompiéndolo en pedazos. Una vez restaurada fue colocada en el lugar que ahora ocupa.
A continuación, una vez finalizada la visita y después de tomar un café regresamos a Salamanca habiendo pasado un gran día. Un día en el que aprendimos muchísimo sobre nuestros pueblos, pueblos que a veces están tan cerca y tan lejos.
(Crónica de jfmr)
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Sequeros
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Teatro León Felipe
Es un teatro que recuerda a un Patio de Comedias, pero techado. Nos recuerda al teatro Liceo de Salamanca. Para la disposición del público tiene un patio de butacas rodeado de plateas en la primera planta y un anfiteatro o gallinero en grada en la segunda planta.
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Torre del Concejo
Fue construida durante la Edad Media, formando parte de las Casas del Concejo, de donde procede su nombre. En un documento municipal del siglo XVI se refiere que en la Torre se presentaban al Conde de Miranda los cargos u oficios municipales, y desde ella se convocaba a la población para informarla sobre las disposiciones o propuestas que afectaban al municipio. Posteriormente la estructura de la torre fue modificada para incorporar un sistema de sonería que incluía una campana horaria y de cuartos. La antigua esfera del reloj de la villa, grabada en una gran losa cuadrangular de granito, se encuentra en el tejado de la torre a modo de cubierta.
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La Iglesia del Robledo
El primitivo templo de El Robledo se construyó en el siglo XIII (lo atestiguan su orientación este-oeste y las marcas de los canteros en las piedras), aunque el primitivo templo medieval sufrió en 1622 un incendio devastador que lo dejó prácticamente en sus cimientos, reconstruyéndose a partir de entonces y quedando su estructura y distribución de forma muy aproximada a como lo vemos en la actualidad.
Mogarraz

Mogarraz
Paseando por sus calles empedradas, no solo podemos apreciar sus tradicionales balconadas, visitar una Plaza Mayor con forma ovalada o beber de la fuente del Humilladero, sino también viajar en el tiempo a través de los rostros de sus vecinos: las fachadas de sus casas están adornadas con retratos de sus habitantes, convirtiendo al pueblo en una galería de arte al aire libre.
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Plaza del Solano
Donde podemos contemplar la Torre del Campanil y la entrada a la iglesia que está dedicada a Nuestra señora de las Nieves.
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Torre del Campanil
La Torre defensiva del Campanario separada de la iglesia desempeñaba originariamente el papel de vigía y defensa. Fué construida en sillería de granito en el siglo XVII. Tiene dos cuerpos lisos sin decoración y un tercer cuerpo con doble ventanal en cada lado que alberga las campanas. Tiene origen militar y de vigía siendo utilizada para alertar o convocar a los vecinos en caso necesario.
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Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves
Construida en el siglo XVII, con planta de cruz latina y altar barroco, dentro se encuentra la Virgen de las Nieves, patrona del pueblo.
Alberga una colección de reliquias religiosas y arte sacro que datan de varios siglos atrás. Estas reliquias incluyen objetos de culto, vestimentas litúrgicas y pinturas religiosas que son de gran valor tanto histórico como espiritual.
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Plaza Mayor
De forma ovalada ha sido testigo de numerosos festejos taurinos a lo largo de su historia. En la actualidad, se ha convertido en el animado centro neurálgico del pueblo, donde los visitantes pueden disfrutar de agradables terrazas que invitan a deleitarse con la arquitectura circundante. En esta plaza se encuentra el museo etnográfico de las artesanías, en él se muestra como Mogarraz ha sabido transmitir desde la Edad Media el legado de los oficios, como zapateros, bordadoras y orfebres, aspecto por el cual sus artesanos son distinguidos y reconocidos por su destreza y maestría en estas disciplinas.
La Alberca
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Plaza Mayor
La plaza ocupa el centro de la localidad con la fuente y crucero del siglo XVIII, en cuyo fuste están labrados los símbolos de la Pasión o “arma Christi” (látigo, tenazas, escalera, esponja, etc.) con efigie del Crucificado por un lado y de la Virgen en el opuesto, trasladado aquí desde el Tablado, en 1940. La plaza es de planta rectangular irregular rodeada de edificaciones de dos, tres o cuatro plantas sobre pies derechos de madera o columnas de piedra, formando un recinto asoportalado de gran carácter pese a la reconstrucción de algunos edificios, que salvo excepciones han conservado la disposición original.
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Iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación
Es el edificio de más importancia y volumen de la villa, construida con buena cantería, rayando su estilo lo neoclásico, pues se construyó entre 1730 y 1731 por el arquitecto Manuel de Larra Churriguera. El templo tiene 40 x 20 m que llega a los 31 en el crucero, con amplitud adecuada a la población. Es una iglesia de planta de cruz y tres naves de tres tramos más crucero, separadas por pilares cuadrados y arcos de medio punto. Las bóvedas son de lunetos y tanto éstas como las paredes laterales han sido despojadas de su blanco revoco, produciendo un aspecto triste y oscuro en su interior, que por otro lado es amplio, solemne y despejado, incluyendo a los pies el coro alto. De 1785 es la capilla de los Dolores añadida y sufragada por el sacerdote albercano González Pavón, también sin enlucido en la cúpula por el mismo motivo.
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Rincón de las ánimas
Todos los días del año, al oscurecer, sale la esquila de las Ánimas recorriendo todo el pueblo, una mujer que ha hecho una manda o promesa recorre todas las esquinas albercanas tocando la esquila, entonando una salmodia y rezando.
La Moza de Ánimas, va acompañada por otras mujeres, haciendo un recorrido por las calles del pueblo, parándose en determinadas esquinas del pueblo para llamar a la oración a los vecinos.
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Escudo de la Inquisición
Edificio que nos encontramos al salir de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por la puerta del solano cimero y donde podemos ver en su parte superior el escudo de la Inquisición
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Marrano de San Antón
El día 13 de junio, festividad de San Antonio de Padua, se celebra en La Alberca un acontecimiento especial; un cerdo, también conocido como garrapato o marrano, se suelta por las calles después de haber sido bendecido, y de que se le coloque una campana en el cuello; que permanecerá suelto por el pueblo, engordando día tras día, hasta el día 17 de enero, San Antón, día en el que será sorteado.
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